Pregunta para los que tienen más de 25 años: ¿Quién no recuerda esas cápsulas que se metían en la bañera y, al contacto con el agua liberaban esponjas en forma de animales u objetos?
Pues basándose en ese principio, científicos de la Clínica Mayo (Estados Unidos) liderados por Xifeng Liu, han presentado en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Química (ACS por sus siglas en inglés) un polímero biodegradable que cuando se coloca en la vértebra dañada, crece al tamaño y forma exacta para reparar la lesión.
“El objetivo de esta investigación – explica Lichun Lu, también implicado en el estudio – es encontrar un modo menos invasivo de tratar a pacientes con metástasis en tumores en la columna. La columna es el sitio más común en el que se produce metástasis de todo el esqueleto. Nuestro sistema es menos invasivo y más económico”. A menudo, este tipo de cirugía requiere extirpar secciones de huesos y discos vertebrales y hay dos formas de hacerlo, de frente, abriendo la cavidad torácica e insertando prótesis metálicas o directamente por la espalda, pero utilizando cortes muy pequeños para injertar barras de titanio.
Para evitar estos procedimientos, los expertos investigaron en un material que se expandiera lo suficientemente rápido para no prolongar la cirugía, pero a la velocidad justa para que el médico pudiera colocarlo adecuadamente en la región afectada.El próximo paso es utilizar esta técnica en cadáveres y en dos años comenzarán los ensayos en humanos.
El material se consiguió uniendo oligo[poli(etileno glicol) fumarato]. Aquí puedes ver un vídeo del material y su funcionamiento.

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Juan Scaliter