El puñal con el que fue enterrado el legendario faraón egipcio, no era de este mundo. Y hay que tomar esa afirmación en su sentido más literal ya que, un equipo de investigadores de las Universidades de Pisa y El Cairo, han descubierto que fue fabricado con metal procedente de un meteorito.
Gracias a los análisis realizados con el espectómetro de masas y con los rayos X, los autores del estudio han descubierto que dicho metal contiene una elevada cantidad de níquel, lo que certifica su origen espacial. «Una presencia tan elevada de níquel es algo común en los metales procedentes de algunos tipos de meteorito», explicó Daniella Comeli, una de las autoras del estudio.
Pero, ¿dónde impactó ese meteorito? Los investigadores han rastreado toda la historia conocida de impactos de estos cuerpos celestes en el territorio del antiguo Egipto, y han dado con la posible solución al enigma. En el año 2002 se encontró, no muy lejos de la antigua Alejandría, el fragmento de un meteorito que fue bautizado con el nombre de Kharga, y que bien pudo ser el que proporcionó el hierro con el que se fabricó el puñal.
Vicente Fernández López