Las estadísticas señalan que en 2050 en España una de cada tres personas tendrá más de 65 años. Y, a nivel mundial, habrá 135 millones con demencia senil. Estas cifras requieren de nuevas políticas no solo económicas, sino también sanitarias para mejorar la calidad de vida de quienes hoy mismo estamos leyendo este artículo. Centrándose en este aspecto del futuro, un grupo de expertos de la Universidad de Sydney ha publicado un estudio en el Journal of American Geriatrics con importantes implicaciones para la tercera edad.El deterioro cognitivo leve(MCI por sus siglas en inglés) define a aquellas personas que experimentan una reducción en sus habilidades cognitivas, por ejemplo la memoria, pero que aún pueden vivir de modo independiente. El MCI es un precursor de la enfermedad de Alzheimer.
Ahora, por primera vez se demuestra una relación positiva entre la mayor resistencia y la fuerza muscular y las funciones del cerebro entre mayores de 55 años con MCI. Durante 6 meses un grupo de voluntarios, entre 55 y 80 años, siguió una rutina de levantamiento de pesas (al 80% de su fuerza máxima), dos veces por semana. Al mismo tiempo otro grupo, este de control, no realizó ningún tipo de ejercicio físico, solo se le dio placebos y terapias cognitivas.
Mientras los primeros demostraron un notable aumento de sus capacidades, que persistieron hasta un año después, el segundo grupo no manifestó ningún tipo de mejoría.
“Lo que descubrimos en este estudio – explica Yorgi Mavros, líder de la investigación, en un comunicado – es que la mejoría en la función cognición se relaciona con un aumento de la fuerza muscular. Las personas más fuertes se convirtieron en los mayores beneficiarios. Cuanto más podamos hacer para que la gente mayor realice un entrenamiento de resistencia, como el levantamiento de pesas, más probable es que tengamos una población más saludable”.
Juan Scaliter