Lo queramos o no, el package de un producto es uno de los detalles que más atrae a un comprador para que se lo lleve a casa. Pero según el neurocientífico Wolfram Shultz, el problema viene cuando el contenido del paquete es comida basura poco saludable y aumenta los ya peligrosos niveles de obesidad.

Ayer, el neurocientífico recibió un notable premio de un millón de euros a una investigación que explicaba cómo el envoltorio y la publicidad atractiva activan ciertos mecanismos neuronales que estimulan comer en exceso. El académico de la Universidad de Cambridge es uno de los pioneros en la comprensión de cómo funciona la dopamina como agente de «recompensa» en el cerebro, y cómo los seres humanos aprenden a adaptar su comportamiento para recibir el ‘chute’ de esta sustancia química.

Según explicó el neurocientífico, los pensamientos y sentimientos asociados a los alimentos de alto contenido calórico desencadenan una respuesta de la dopamina, lo que contribuye a mantener dietas poco saludables. Según el experto, «no debemos hacer publicidad, propagar o favorecer la ingestión de calorías innecesarias». Además, «el llamativo envoltorio de alimentos con muchas calorías contribuye a que compremos más y, una vez están enn nuestra nevera, es imposible resistirse y no comer demasiado».

Fuente: telegraph.co.uk

Rafael Mingorance