Davis Allen Cripe era un joven de 16 años de Carolina del Sur, que murió súbitamente a causa de un paro cardíaco. Ahora, el juez de instrucción acaba de dar a conocer los datos de la autopsia. No se han encontrado restos de drogas ilegales ni de alcohol en su sangre, ni se ha detectado que el muchacho padeciese algún tipo de cardiopatía. Por el contrario, si se han hallado evidencias de que el chico padecía una intoxicación de cafeína.
El fallecido había consumido en las dos horas anteriores a su muerte dos litros de refresco de cola, un café latte y una bebida energética. La suma de las tres superaba el límite de los 400 miligramos diarios de cafeína recomendados para un adulto sano. Pero, ¿realmente puede matar una sobredosis de cafeína?
Los especialistas aseguran que es difícil afirmar que una muerte se ha producido exclusivamente por un consumo excesivo de cafeína, ya que en la mayoría de los casos los fallecimientos se han debido a mezclarla con otro tipo de estimulantes. De hecho, un estudio realizado por The American Association of Poison Control Centers, asegura que desde 2014 no tiene registrada en Estados Unidos ni una sola muerte atribuida exclusivamente a una sobredosis de cafeína.
Aunque dicho estudio también revela que los casos de intoxicaciones provocadas por esa causa han aumentado casi el doble. Se calcula que una intoxicación de cafeína se puede producir a partir del consumo de unos 500 mg. Teniendo en cuenta que un café expresso contiene algo más de 100 mg, una persona que beba seis o más tazas puede intoxicarse.
Los síntomas, en principio, no son graves, provocando en la persona un nerviosismo extremo y la incapacidad de dormir. Pero la cosa empeora si se aumenta la cantidad de cafeína consumida hasta alcanzar los 11 gramos, cifra que, según un estudio realizado por la FDA en 2014, se considera la dosis semiletal. En este caso, la intoxicación provoca arritmias cardíacas, nauseas, desvanecimientos y, en algunos casos extremos, incluso la muerte.
Pero, ¿hay alguna dosis de cafeína que suponga la muerte a cualquiera que la consuma? Es muy difícil saberlo. De hecho, el año pasado conocimos el caso de dos estudiantes de la Universidad de Northumbria que, durante un experimento, recibieron por error una dosis de 34 gramos de cafeína, el equivalente a haberse bebido unos trescientos cafés. Los jóvenes tuvieron que ser hospitalizados, pero lograron sobrevivir.
Volviendo al caso de Davis Allen, el adolescente fallecido en Carolina del Sur, la dosis de cafeína que consumió está muy lejosde la que se considera semiletal. De hecho, en principio, su intoxicación no debería haber pasado de leve. ¿Qué ocurrió entonces? Los médicos piensan que el hecho de haberla consumido en tan solo dos horas también puede haber influido en el fatal desenlace.
Los efectos tóxicos del exceso de cafeína varían mucho de una persona a otra. Por eso, los especialistas advierten de que lo mejor es no correr riesgos y moderar su consumo.
Vicente Fernández López