El sueño de esta mujer canadiense de 33 años, Lindsey Hubley, se tornó en pesadilla en cuestión de días. Lo que parecía ser un parto normal acabó convirtiéndose en un problema de salud para la joven, que lleva 7 meses en el hospital, sufriendo múltiples operaciones, entre ellas la amputación de las manos y las piernas así como una histerectomía (extirpación del útero).
No es la primera vez que hablamos en Quo de la fascitis necrosante. Se trata de una grave infección que destruye la piel y los tejidos musculares poco a poco, de ahí que muchos se refieran a ella como la “bacteria comecarne”. Aún así, son muchas las que pueden llegar a promover el desarrollo de los síntomas como los estreptococos del grupo A, la Klebsiella, Clostridium, Escherichia coli o el Estafilococo áureo. Una vez estas entran en el cuerpo a través de alguna herida en la piel, es cuestión de horas o días que la bacteria comience a “hacer efecto” en el cuerpo en el que habita.
La piel comienza a ponerse de color rojo o morado, incluso pueden salir úlceras, ampollas y puntos negros en la piel. La forma de combatir esta infección es con antibióticos, pero una vez la piel está muerta es necesario eliminarla, porque podría contagiar a las células que aún no han sido contaminadas.
[image id=»92657″ data-caption=»Fuente: Mike Sampson» share=»true» expand=»true» size=»S»]¿Qué pudo ocurrir en este caso?
Estar embarazada ya supone un alto riesgo para el desarrollo de infecciones, en gran parte por los cambios hormonales que pueden alterar el sistema inmune. Pero este caso es realmente extraño y poco común, de hecho, un estudio en 2014 realizado en Estados Unidos detectó tan solo4 casos por año de este tipo por cada 100.000 embarazos, lo que supone un porcentaje muy bajo. De ellos, un 80% ocurrió en el post-parto y un 60% necesitó de una tratamiento intensivo de cuidados intensivos.
Ahora, la joven ha denunciado al centro por haber contraído esta infección, ya que considera que se trata de une negligencia médica. Y es que, al parecer, se acercó al centro tras dar a luz por unos fuertes dolores en el estómago, a los cuales no dieron tanta importancia. Creen que si le hubieran tratado en ese momento, quizá podrían haber rebajado los síntomas.
A pesar de que no se sabe cuál fue la vía por la que acabó infectada, se cree que pudo ser por una herida en la vagina que necesitaba ser suturada. Podéis echar una mano a la familia gracias a la cuenta en GoFundMe, con la que pretenden conseguir dinero para costear los gastos hospitalarios.
Fuente: Live Science
Alberto Pascual García