El iridio es un un elemento químico que, en su forma sólida/metálica se presenta como el segundo elemento más estable y denso que se conoce. Pero, se da el caso de que es más fácil encontrarlo en el espacio que en la Tierra. De hecho, suele ser uno de los elementos que forman parte de la composición básica de los asteroides, como el que se estrelló hace 66 millones de años en la Península del Yucatán (en el actual México) y acabó provocando la extinción de los dinosaurios.
Y ese asteroide ha sido el que ha inspirado a un equipo de investigadores de las universidades de Warwick, en Gran Bretaña, y Sun Yat-Sen, en China, para desarrollar una nueva terapia contra el cáncer, que utiliza el iridio para matar las células tumorales.
Los autores de la investigación crearon un nuevo compuesto formado por iridio y material orgánico, que puede ser dirigido como un torpedo contra las células cancerígenas. Y, una vez en ellas, lo que hace es transformar el oxígeno que contienen en lo que se conoce como oxígeno singlete, una forma energéticamente excitada del oxígeno molecular que es venenosa para las células y que provoca su muerte.
Todo este proceso es dirigido por un haz de láser que penetra en la piel y llega hasta las células provocando la activación del compuesto basado en el iridio. La buena noticia es que todo esto lo hace sin dañar en ningún momento los tejidos que están sanos. Hay que explicar, eso sí, que estos resultados se obtuvieron con tejidos cultivados en laboratorio, y habrá que esperar a las pruebas con animales para ver si se confirman.
Tal y como explican los autores del estudio, ya es habitual el uso de algunos metales preciosos como el platino en los tratamientos de quimioterapia, y es de esperar que progresivamente se vayan incorporando otros nuevos. Y el iridio es uno de los más firmes candidatos.
Eso si, hay que tener en cuenta que es uno de los elementos menos abundantes de nuestro planeta. Para hacerse una idea basta tener en cuenta que el oro es cuarenta veces más abundante.
Vicente Fernández López