La muerte súbita es la aparición repentina e inesperada de una parada cardiaca en una persona que aparentemente se encuentra sana y en buen estado. Su principal causa es una arritmia cardiaca llamada fibrilación ventricular, que hace que el corazón pierda su capacidad de contraerse de forma organizada, por lo que deja de latir. Entre las causas que lo pueden producir está la realización de grandes esfuerzos, y de hecho son bien conocidos los trágicos casos que se han producido entre deportistas. Por ese motivo, mucha gente se pregunta si este síndrome se puede producir también al mantener relaciones sexuales.
Y la respuesta es que sí, aunque el riesgo de que esto ocurra es realmente bajo. Así se deduce de los resultados de un estudio realizado por especialistas del Heart Rhythm Center at the Cedars-Sinai Heart Institute, en Los Ángeles. Los autores del informe analizaron 4.500 casos de pacientes que sufrieron muerte súbita y descubrieron que tan solo el 0,7% (es decir, unos 34 casos) había sucedido mientras se mantenían relaciones sexuales o en las dos horas siguientes.
Además, el 94% de los casos les habían sucedido a varones, la mayoría de los cuales se encontraban en la franja de edad comprendida entre los treinta y los sesenta años. Se podría estimar, por tanto, que de cada cien casos de muerte súbita entre varones, uno está vinculado a la práctica del sexo, mientras que la incidencia entre las mujeres sería de uno entre mil. De todas formas los investigadores también detectaron que en la mayoría de los casos aunque el coito había sido el detonante, existían cardiopatías previas o la personas había consumido sustancias tóxicas.
Vicente Fernández López