A través de la BBC nos hemos informado del caso de Trevor, un perro salchicha británico de cuatro años de edad, que sufrió una transformación monstruosa. Su cuerpo comenzó a hincharse hasta alcanzar tres veces el que era su tamaño corporal, sin que hubiera ninguna causa aparente para ello. Según sus propietarias, era imposible distinguir su cara del cuello.
Cuando los veterinarios le observaron por rayos X descubrieron que era lo que le estaba pasando. El animal padecía un enfisema subcutáneo. Se trata de una rara condición provocada por una rotura en el tracto respiratorio o en la mebrana que rodea los pulmones. Y a través de ella, cada vez que el perro respiraba, parte del aire se filtraba a los tejidos grasos donde quedaba atrapado, provocando esa horrible hinchazón.
El enfisema subcutáneo también puede afectar a los humanos. En el caos de nuestra especie suele causar dolores torácicos y la hinchazón del cuello y el rostro.
Fuente: IFL Science.
Vicente Fernández López