Acaba de conocerse el caso de una mujer australiana de 64 que ha fallecido por comer una granada contaminada. La fruta se había cultivado en Egipto, y se vendía congelada en el supermercado. La mujer contrajo al comerla hepatitis A. Y no fue la única. Unas 2000 personas han sido ingresadas en la región de Nueva Gales del Sur por contagiarse de esta enfermedad al comer las mismas granadas de procedencia egipcia.
Los especialistas aseguran que los frutos estaban contaminados con heces humanas. Todos los pacientes ingresados se recuperaron bien, salvo la fallecida. La hepatitis A no suele ser mortal, por eso los médicos no descartan que la mujer tuviera otros trastornos de salud que hayan contribuido también a su fatal desenlace.
La principal vía de contagio de esta enfermedad es la orofecal. Generalmente se produce por la ingesta de alimentos o agua que han estado en contacto con excrementos humanos. En cambio, no puede transmitirse de una persona enferma a otra sana por la saliva, y sí con algunas prácticas sexuales, especialmente las que involucran al ano.
Fuente: IFL Science.
Vicente Fernández López
La clave está en cuánto somos capaces de predecir de la pieza, y hasta qué…
Un nuevo estudio prevé un fuerte aumento de la mortalidad relacionada con la temperatura y…
Los investigadores ha descubierto un compuesto llamado BHB-Phe, producido por el organismo, que regula el…
Un nuevo estudio sobre la gran mancha de basura del Pacífico Norte indica un rápido…
Una nueva teoría que explica cómo interactúan la luz y la materia a nivel cuántico…
Pasar dos horas semanales en un entorno natural puede reducir el malestar emocional en niños…