¿Las vacas pueden actuar como transmisoras a los humanos de alguna especie de coronavirus? La respuesta es «Sí»
Hay siete tipos de coronavirus conocidos que pueden infectarnos, los denominados HCovs. Cuatro de ellos suelen causar un resfriado común y pueden ser potencialmente más graves en personas inmunocomprometidas. Unos son más conocidos que otros. Sus efectos pueden llegar a causar enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS), el síndrome respiratorio agudo y grave (SARS) y COVID-19, que aún nos tienen en cuarentena.
Pero, ¿de dónde vinieron? Para dos de estos virus, hay una fuerte evidencia que sugiere un origen en las principales especies de ganado.
El HCoV-OC43 no saltó de un murciélago, venía de las vacas.
En los años sesenta, la investigadora británica June Almeida (la primera científica de la historia en identificar el coronavirus) detectó el HCoV-OC43 que no saltó de un murciélago, venía de las vacas. Un grupo de científicos holandeses obtuvo la secuencia completa de su genoma en 2005; al compararlo con otros coronavirus, comprobaron que tenía una similitud genética del 99.6 por ciento con un coronavirus bovino, BCoV.
La transferencia a humanos puedo haber surgido en el contexto de una pandemia registrada a fines del siglo XIX. Fue una pandemia que afectó al ganado y provocó que se sacrificaran muchas vacas. Posiblemente en ese momento se produjo la transferencia a humanos.
Coronavirus bovino (BCoV) es reconocido como un importante agente patógeno del ganado bovino.
Otro de los coronavirus endémico, es decir, con el que los humanos convivimos, el HCoV-229E puede transferirse de camellos y dromedarios igual que ocurre con el coronavirus del síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS).
Este gráfico de un estudio publicado en 2018, da una visión general esquemática de los grupos de animales que pueden haber desempeñado un papel en la evolución y aparición de distintos coronavirus que han llegado a los humanos.