Las fotos médicas más impresionantes del año

Jaxon Emmett Buell nació sin una parte de su cráneo (que impedía el correcto desarrollo de su cerebro). Por causa de esta malformación, los médicos le dieron tan solo unos pocos días de vida. Pero, el pasado mes de agosto, el pequeño cumplió su primer año de vida.

Las actuales impresoras en 3D han permitido crear modelos a escala y absolutamente perfectos de diversos órganos del cuerpo, cómo el corazón que se ve en la foto. Gracias a ellos, los médicos pueden preparar con más eficacia las intervenciones quirúrgicas.

El fotógrafo Leslie Brown realizó una serie de fotos de comida coloreada. Su objetivo era demostrar cómo el color de los alimentos afecta a la sensación de sabor. El azul, por ejemplo, provocaba el rechazo de casi todos los comensales.

En febrero, los médicos del Hospital Cedros del Sinaí en Los Ángeles, quedaron sorprendidos ante el extraño alumbramiento de un niño llamado Silas. El pequeño, que nació por cesárea de forma prematura, vino al mundo completamente envuelto en el saco amniótico. Se trata de algo absolutamente raro, que sólo se produce en uno de cada 80.000 partos.

Las técnicas de tomografía computeriza han avanzado muchísimo, permitiéndonos obtener imágenes cada vez más detalladas y realistas del interior del cuerpo humano.

La verdad es que así, al primer vistazo, da mucha pena el pobre bebé de la foto. Aunque parece que lo han introducido en una batidora, no se trata de ningún sofisticado método de tortura. El niño está (literalmente) embutido en un tubo de plástico para poder tomar imágenes por rayos X de su organismo.