El descenso de la actividad y los desplazamientos hacen que la contaminación por NO2 se disipe en la capital del país, una de las zonas más contaminadas del mundo
A finales de diciembre de 2019, la Organización Mundial de la salud recibía la notificación de una veintena de posibles casos de neumonía de etiología desconocida con foco en la ciudad china de Wuhan. En ese momento se identificaba un nuevo tipo de coronavirus —virus que normalmente solo afectan a los animales— COVID-19 y que ya ha infectado a casi 100.000 personas en 74 países.
Sin embargo, este virus ha dejado ver una cara B, produciendo de forma indirecta una mejora más que notable en la calidad del aire en China. Así lo han reflejado los satélites de observación de agencia espacial estadounidense (NASA) en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA). Al parecer, el confinamiento en sus hogares de miles de ciudadanos chinos, la cuarentena y la paralización de la actividad productiva ha provocado un brusco descenso del dióxido de nitrógeno (NO2) en el país, un gas expulsado a la atmósfera principalmente por la quema de combustible, automóviles y emisiones en plantas de energía.
Los mapas nos muestran la densidad de las concentraciones de NO2 en azul, amarillo y naranja en China en días previos y posteriores a la toma de medidas más restrictivas en el país. La reducción de este contaminante comenzó en Wuhan y luego se extendió al resto de China.
Normalmente en esta época del año los niveles disminuyen ya que se celebra el Año Nuevo Lunar en el país, pero a pesar de esto el descenso ha sido único y sin precedentes. Si comparamos los niveles de este gas en Wuhan, del 1 de enero al 25 de febrero del año pasado, observamos que la región experimentaba elevadísimas concentraciones de este gas contaminante.
La mejora de la calidad del aire en este país ha sido más que evidente gracias, en parte, al coronavirus y las medidas tomadas para su contención, además de unas condiciones meteorológicas favorables.
La calidad del aire, un grave problema en China
Si hay un color que se le puede asociar a este país es el del gris contaminación. China es el país mas contaminante del mundo, responsable del 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero y principal contribuyente en este sentido al calentamiento global, algo que radica fundamentalmente en su economía basada en el carbón, el crecimiento de su industria, infraestructuras, transporte, construcción e inversión. China es desde 2010 el mayor consumidor de energía del planeta, registra aproximadamente la mitad del consumo mundial de carbón y sus dimensiones en crecimiento económico no tienen comparación.
Por ello el índice de calidad del aire —un indicador genérico de la calidad del aire y sus efectos en la salud— suele encontrarse habitualmente en el más peligroso para nuestro organismo, lo cual lleva a emitir alertas sanitarias.
Por ello su gobierno ya esta tomando acciones. En la última década Pekín ha reducido su contaminación a la mitad y este año, por primera vez, salió del ranking de las 200 ciudades mas contaminadas del mundo.
Mar Gómez es responsable del área de meteorología de ElTiempo.es
Fuente: Pixabay