Mediante la detección a tiempo de la vaginosis bacteriana en las embarazadas se pudo pronosticar el parto prematuro en siete de cada diez mujeres
El parto prematuro es la principal causa de muerte en niños menores de cinco años en todo el mundo. Un parto se considera prematuro cuando el bebé nace antes de la semana 37 de gestación. Más de 15 millones de bebés en todo el mundo nacen antes de tiempo.
Pronosticar el parto prematuro espontáneo es complicado porque influye una variedad de factores como la infección o inflamación vaginal, las enfermedades vasculares o la distensión uterina. Si se pudieran diagnosticar a tiempo, se evitarían muchos partos prematuros.
Los investigadores de la Universidad de Warwick (Reino Unido) analizaron los compuestos orgánicos volátiles (COV) presentes en la vagina de las embarazadas, porque su presencia está asociada a la vaginosis bacteriana, una infección causada por la proliferación excesiva de las bacterias de la microbiota vaginal. La presencia de los COV permite identificar la infección aunque no haya síntomas.
El siguiente paso de los investigadores consiste en instalar un pequeño dispositivo de análisis COV en los hospitales para tomar las muestras de forma no invasiva y analizarlas en el mismo centro para obtener resultados rápidos.
Los estudios anteriores ya habían demostrado una relación entre la presencia de esta enfermedad y el riesgo de partos prematuros. Lauren Lacey, una de las autoras del estudio de Warwick, junto con su equipo, ha desarrollado una técnica con inteligencia artificial capaz de detectar los patrones de vapores químicos típicos de la vaginosis bacteriana. Para el estudio analizaron las muestras de 216 pacientes embarazadas que asistían a una clínica de prevención de partos prematuros como parte de su rutina de cuidado durante la gestación.
El análisis con esta técnica sólo tarda unos minutos en dar los resultados, es fácil de usar y sólo necesita conectarse a la corriente para que funcione
Todas estas mujeres tenían antecedentes de partos prematuros o condiciones médicas que hacían más probable que dieran a luz de forma prematura. Se les tomaron las muestras en dos momentos del embarazo, en el segundo y en el tercer trimestre, y se hizo un seguimiento de los resultados. Siete de cada diez mujeres con un resultado positivo en el test tuvieron después un parto prematuro, mientras que nueve de cada diez de las que tuvieron un resultado negativo pudieron dar a luz a término.
REFERENCIAS
Advances in the Prevention of Infection-Related Preterm Birth