La dieta nórdica puede prevenir la obesidad y reducir el riego de enfermedades cardiovasculares y la diabetes de tipo 2
Los vegetales de hoja verde y de raíz, los frutos del bosque, los cereales enteros, las legumbres, los lácteos, el aceite de colza, alto en ácido oléico, la carne magra y el pescado, especialmente el pescado azul rico en omega-3 como salmón, caballa o arenque, son los alimentos típicos de la dieta nórdica. Este régimen puede prevenir la obesidad y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y la diabetes de tipo 2, según una reciente publicación en la revista Clinical Nutrition.
Aunque las personas con una dieta nórdica no perdieron peso, tenían los niveles más bajos de colesterol y una mejor regulación de la glucosa que el grupo de control
La muestra de la investigación fue de 200 personas mayores de 50 años con un elevado Índice de Masa Corporal (IMC) y con un alto riesgo de padecer diabetes y enfermedades cardiacas. Para el análisis, formaron dos grupos, uno que siguió este régimen y otro de control que continuó con su dieta habitual.
Después de seis meses, el equipo de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) examinó las muestras de sangre y orina de los practicantes. Aunque las personas con una dieta nórdica no perdieron peso, tenían los niveles más bajos de colesterol, y una mejor regulación de la glucosa que el grupo de control.
El equipo investigador, liderado por Lars Ove Dragsted, plantea que las grasas insultadas Omega-3 y 6 presentes en los frutos secos, pescado o aceites vegetales son las responsables de los efectos saludables de esta dieta. Pero aun así desconocen el mecanismo exacto por el que esta dieta reduce los niveles de azúcar y colesterol en sangre.
No es la primera vez que se atribuyen efectos positivos a los cereales integrales, y las grasas insaturadas omega-3 y omega-6. En febrero, otro estudio sugería que sustituir las harinas refinadas por granos integrales y consumir más legumbres y frutos secos podía alargar la vida más de una década. No obstante, en este caso, no se tuvieron en cuenta las enfermedades previas, los factores genéticos, el ejercicio y el consumo de tabaco o alcohol.
La dieta nórdica se parece mucho a la mediterránea. Ambas promueven el consumo habitual de frutas y vegetales, y limitan la ingesta de carne roja, lácteos, sal y bebidas azucaradas y alcohólicas. Además, fomentan la compra de productos locales. En comparación, la emisión de gases de efecto invernadero es similar, pero el índice de salud es ligeramente mayor en la dieta mediterránea.
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