Un nuevo fármaco basado en anticuerpos amiloides ralentiza el deterioro cognitivo en la fase inicial de la enfermedad de Alzheimer
Los enfermos de Alzheimer pierden gradualmente sus capacidades cognitivas. En algún momento, los recuerdos del pasado también se desvanecen. En la actualidad, unas 800.000 de personas viven con demencia en España, y en los próximos años, se prevé que el número aumentará significativamente: Hasta ahora, no existía ninguna terapia eficaz.
Los resultados de un estudio clínico publicado en el New England Journal of Medicine por un equipo dirigido por Christopher van Dyck, de la Facultad de Medicina de Yale, parecen algo más esperanzadores. Los científicos probaron el anticuerpo monoclonal antiamiloide lecanemab en casi 1.800 personas con demencia leve. En el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer hay una acumulación de placas de péptido beta-amiloide que acaban afectando a las conexiones entre las neuronas y su muerte. Los pacientes que habían recibido el anticuerpo durante 18 meses mostraron menos depósitos de placas amiloides en el cerebro que un grupo de control que había sido tratado con un placebo. Además, el deterioro cognitivo fue ligeramente más lento en el grupo de lecanemab. En general, el declive de las capacidades mentales se ralentizó en un 27%.s pacientes de Alzheimer.
Se considera que el péptido beta-amiloide es uno de los principales impulsores de la enfermedad, junto con las fibrillas tau, que también se acumulan en el cerebro de los pacientes con demencia. Sin embargo, en los últimos años, los investigadores han cuestionado repetidamente si este modelo es correcto, también porque casi todas las terapias dirigidas a la beta-amiloide han fracasado hasta ahora en su efecto en humanos. Mientras tanto, muchos científicos sospechan que los mecanismos que subyacen a la enfermedad son en realidad mucho más complejos. Este nuevo resultado puede cambiar la comprensión de la enfermedad.
También hay que tener en cuenta que el grupo de estudio estaba formado por personas que tenían limitaciones tan leves que probablemente podían seguir llevando su vida cotidiana razonablemente bien. La sustancia se administra por vía intravenosa cada quince días e inicialmente se realiza una resonancia magnética cada tres meses. Es una cantidad ingente de trabajo y una enorme carga para los pacientes. Alrededor del 12% de los participantes experimentaron hinchazón o hemorragia en el cerebro, un problema ya conocido por otros fármacos basados en anticuerpos amiloides.
La evaluación de la relación beneficio-riesgo del medicamento será, en última instancia, competencia de las autoridades reguladoras. Se espera que la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) tome su decisión a principios de enero de 2023, y posteriormente se espera su aprobación en Europa.
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