Pasar dos horas semanales en un entorno natural puede reducir el malestar emocional en niños de 10 a 12 años con problemas significativos de salud

Un equipo de investigadores de la Universidad McGill y el Observatorio para la Educación y la Salud Infantil de la Universidad de Montreal (OPES) ha descubierto que pasar dos horas semanales en un entorno natural puede reducir el malestar emocional en niños de 10 a 12 años con problemas significativos de salud mental antes de comenzar el programa.  El hallazgo coincide con un informe de UNICEF que resalta la importancia de los espacios verdes en el desarrollo infantil.

Impacto positivo en los niños con mayores dificultades

El estudio, realizado en la primavera de 2023, analizó a más de 500 escolares en Quebec. Tras un período de tres meses, los maestros observaron los mayores cambios en niños con problemas como ansiedad, depresión, agresividad, impulsividad o dificultades para relacionarse con sus compañeros.

Los docentes entrevistados también reportaron que, después de pasar tiempo en la naturaleza, los niños estaban más tranquilos, relajados y atentos en clase.

«Descubrimos que los niños con síntomas más graves al inicio mostraron mayores reducciones tras la intervención», explica Marie-Claude Geoffroy, profesora del Departamento de Psiquiatría de McGill y presidenta de Investigación de Canadá en Salud Mental Juvenil y Prevención del Suicidio en el Centro de Investigación Douglas. «Esto sugiere que los programas basados en la naturaleza pueden ofrecer beneficios específicos para los niños más vulnerables, actuando como un ‘igualador’ de la salud mental entre los niños en edad escolar», añade Sylvana Côté.

Dar clase en el parque: una mejora gratuita y efectiva

El estudio, que incluyó aproximadamente a 1,000 niños (considerando el grupo de control), es el primero en utilizar un ensayo controlado aleatorio para evaluar concretamente los beneficios del tiempo en la naturaleza en niños. Los participantes, de 10 a 12 años y cursando quinto o sexto grado, provenían de 33 escuelas primarias en barrios con diversos niveles socioeconómicos de Quebec. Todas las escuelas estaban a menos de un kilómetro de un parque o espacio verde. Mientras que la mitad de los niños permaneció en sus aulas habituales, la otra mitad participó en la intervención basada en la naturaleza.

“La idea surgió durante la pandemia, cuando se temía por los riesgos de salud asociados al tiempo excesivo que los niños pasaban dentro de las aulas”, explica Geoffroy. “Mis hijos y yo pasamos mucho tiempo en parques, y he visto los beneficios que esto tiene tanto para mí como para ellos. Pensé que podríamos desarrollar una intervención gratuita y accesible en la que los escolares pasaran tiempo en la naturaleza y medir sus efectos en el estado de ánimo y el comportamiento”.

Durante las dos horas semanales en el parque, los maestros ofrecían clases regulares en materias como matemáticas, idiomas o ciencias, pero también incluían una breve actividad de 10-15 minutos diseñada para promover la salud mental. Estas actividades, sugeridas por el equipo de investigación, incluían dibujar un árbol o un mandala, escribir haikus, practicar caminatas conscientes, o hablar sobre los ciclos de vida y muerte en la naturaleza.

Los cambios en el comportamiento de los estudiantes se midieron a través de cuestionarios breves que completaron tanto los alumnos como los maestros de los grupos de control e intervención. Los cuestionarios evaluaban dificultades emocionales y conductuales, además de fortalezas.

“Nuestros resultados son especialmente relevantes para educadores, responsables políticos y profesionales de la salud mental que buscan estrategias económicas y accesibles para apoyar a los estudiantes vulnerables”, afirma Tianna Loose, investigadora posdoctoral en la Universidad de Montreal y primera autora del artículo. “La intervención fue de bajo costo, bien aceptada y no implicó riesgos, lo que la convierte en una estrategia prometedora para escuelas con acceso a espacios verdes”.

El equipo planea seguir investigando y desarrollar un programa diseñado junto a adolescentes para mejorar su bienestar, reducir la ansiedad climática y aumentar su conexión con la naturaleza.

REFERENCIA

A Nature-Based Intervention and Mental Health of School Children. A Cluster Randomized Trial

Fuente: Universidad McGill