Una fragancia se percibe en tres etapas; el primer olor que notamos al aplicárnosla es la llamada “nota de salida”. Es fundamental, porque delata su personalidad, pero también porque es la más determinante en la decisión de comprarla.
La “nota corazón” es la mezcla de “acordes” que determinan la familia olfativa (florales, orientales…). Por último, está la “nota de fondo”, formada por los “tonos” más persistentes, porque puede perdurar hasta 24 horas.
Enviada por Javier Arjona, A Coruña
Redacción QUO