Hoy nos parece lo más normal del mundo, pero no existió hasta el siglo XVIII. En las casas de entonces se accedía a una habitación desde otra. Por qué apareció lo explicaba en 1728 Patte, un arquitecto de la época: “Hasta ahora no se conocía el arte de vivir privada y cómodamente”.
El pasillo apareció como solución para garantizarlo: permitía vivir solo y en compañía al mismo tiempo. Disponer de una habitación propia era una muestra de estatus. Por ese motivo, las primeras viviendas que dispusieron de pasillo fueron las de la burguesía.
Redacción QUO