La enigmática cinta de Moebius, fue descubierta por los matemáticos alemanes August Ferdinand Moebius y Johann Benedict Listin en 1858 y desde entonces ha sido un objeto de fascinación. Tiene la propiedad de ser un objeto con una sola cara. Cualquiera puede hacer su propia cinta de Moebius cortando una banda de papel, doblándola como si fuera una hélice y pegar los extremos.
Pero científicos del Instituto de Biodiseño y del Departamento de Química y Bioquímica de la Universidad de Arizona han realizado una cinta de Moebius uniendo segmentos de ADN de una medida de unos 50 nanómetros: apenas el tamaño de la partícula de un virus.
Hao Yan y Yan Liu, son los responsables de la investigación y su propósito es capitalizar las propiedades únicas de la nano-arquitectura para desarrollar dispositivos biológicos y químicos que trabajen a escala molecular. Esta tecnología ha sido denominada como ADN -Origami o Kirigami.
Han asegura que su objetivo final es “estimular la técnica Kirigami para crear estructuras cada vez más sofisticadas y demostrar que se puede realizar cualquier forma o topología utilizando el autoensamblaje”.El trabajo ha sido publicado en la revista Nature.
Juan Scaliter
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