Un trozo de mandíbula y dos muelas en un lugar, el sur de China, donde por su antigüedad, unos 100.000 años, no deberían estar según las actuales teorías paleontológicas. La revista PNAS publica un artículo que podría revolucionar la teoría sobre el origen del hombre ( Homo sapiens). Cuando menos, la polémica está servida.
Sus autores, el paleoantropólogo de la Universidad Washington en Saint Louis (EE UU) Erik Trinkus (conocido por defender la teoría de la hibridación entre Sapiens y Neandertales) y el chino Wu Liu, desenterraron dichos fósiles en 2007 en la cueva de Zhirendong, en una zona montañosa de la región de Guangxi, junto a Vietnam. Sus hipótesis no dejan indiferente.
Por un lado, sostienen que los Homo sapiens salieron de África mucho antes de lo que se pensaba, y en su viaje por Asia coexistieron y copularon con los Neandertales. Para liar más el asunto, el paleoantropólogo John Hawks sostiene que podrían ser los restos de un Neandertal y no de un Sapiens.
Por otro lado, con este hallazgo se da sustento a la hipótesis del multirregionalismo, desechada por la mayoría de la comunidad científica, que apunta a un origen gradual del Homo sapiens en varios puntos del planeta, y no sólo en África. Aunque no se confirme, sí es seguro que los paleontólogos tienen ahora más trabajo. Asia podría ocultar muchos restos fósiles que podrían llevar a revisar las rutas y fechas migratorias de nuestros antepasados.
Redacción QUO