En realidad no sabemos si existieron, y mucho menos cuántos eran. La única mención que hay en los Evangelios es la que hace san Mateo (2:1-12), quien habla literalmente de “unos sabios del Oriente” que llegaron a Jerusalén, pero nunca se especifica el número. Un manuscrito del siglo VI, es el primero en establecer que eran tres y sus nombres.
Redacción QUO