Las adolescentes (y los ya creciditos) han encontrado un nuevo juego para sus móviles: enviarse fotos o mensajes de contenido sexual. Aunque los expertos consideran que nació como una travesura, la práctica ha disparado ya la alerta entre los padres, por su posible uso para fines mucho menos ingenuos. De hecho, las fotos también circulan por internet, y últimamente ha subido la media de edad de las modelos y los remitentes.
¿Cómo se hace?
La técnica consiste en enviar al destinatario deseado, un SMS con contenido sexual explícito, que podrá acompañarse de contenido multimedia… o no. Como han recomendado muchos terapeutas de pareja y sexólogos, es una práctica estupenda para mantener viva una relación, ya que genera apetito sexual y le da una brisa de aire fresco. También es idóneo para aquellos más tímidos: así logran deshinibirse de tabúes superficiales.
¿Y los riesgos?
Evidentemente, toda prueba dejada en el teléfono móvil de otra persona con nuestros datos personales, o nuestras fotos más tórridas, no es una garantía de poder dormir tranquilo sino se confía en el destinatario. Si crees que podrías acabar en un vídeo amateur en los reproductores web más pornográficos… abstente. Si quieres, claro.
¿Cuál es su historia?
Aunque no hay un primer sextingttero de la historia, sus inicios nos remontan a casos de famosos que saltaron a la rumorología… y después a la prensa. Por ejemplo, el jugador de la NBA, Tony Parker, practicaba sexting con otra mujer fuera del matrimonio. A Eva Longoria no le hizo ninguna gracia descubrir las pruebas del engaño en el teléfono de su marido, por lo que automáticamente, pidió el divorcio.
Pero Parker no ha sido el único pillado in fraganti. La actriz de la conocida serie Gossip Girl, Blake Lively, o la famosa Miley Cyrus, han visto como sus tórridas aventuras de sexting han poblado la red de nuevos contenidos calientes.
Sea lo que sea, hazlo con cabeza.
La cantante Rihanna, la televisiva Hannah Montana (Miley Cirus) y la rubia de Gossip Girl, Blake Lively, también han visto sus fotos, ligeras de ropa, circular por la Red, tras enviarlas a sus parejas del momento.
Redacción QUO