Hasta la fecha siempre se había creído que la erupción del Vesubio que destruyó la ciudad de Pompeya se produjo el 24 de agosto del año 79 de nuestra era. La principal fuente para sostener esa teoría era una carta de Plinio el Joven, en la que relataba como en esa fecha vio la erupción desde el otro lado de la bahía, mientras su tío, Plinio el Viejo, partía en un barco para intentar rescatar a algunos habitantes de la ciudad. Una gesta que le costó la vida.
Pero no todos los historiadores estaban de acuerdo. ¿Por qué? Entre los hallazgos realizados en las excavaciones, habían aparecido restos de frutas otoñales, y evidencias de que muchos de los braseros de las casas estaban encendidos. Pequeños detalles que les hacían pensar que la erupción realmente tuvo lugar en otoño.
Y, ahora, un nuevo hallazgo realizado por arqueólogos italianos respalda esa hipótesis. Los investigadores han hallado una inscripción realizada con carbón fechada dieciséis días antes de las calendas de noviembre. Una fecha que corresponde a nuestro actual 17 de octubre.
Este descubrimiento implica que Plinio el joven estaba equivocado y que, a mediados de octubre, Pompeya seguía intacta. Para los arqueólogos la erupción se habría producido entonces a finales de octubre o durante el mes de noviembre.
Pero, ¿cómo pudo Plinio equivocarse? Los investigadores explican que su famosa carta fue escrita veinte años después de la erupción y que, además, no se conserva el documento original, sino una de las muchas copias del mismo. Así que el error en al fecha podría deberse a un fallo en la memoria del ilustre romano, o a un error de los copistas.
Fuente: BBC.
Vicente Fernández López