La insólita selección se ha dado en el rodaje de The Change-Up. Olivia Wilde (House) protagonizaba una escena en la que sugería mucho pero no se veía nada. Pudorosa, tapó sus pezones con tiritas, para evitar miradas.
Cuál no fue la sorpresa al ver la cinta. Un descuido de grabación mostraba los antiestéticos apósitos. En lugar de rodar de nuevo, el estudio generó unos pezones por ordenador; eso sí, elegidos por la propia Olivia de entre un muestrario de modelos. Los auténticos, los suyos, siguen, por tanto, siendo un misterio.
Redacción QUO