Fabricada en cuero, la utilizó por primera vez el jefe de bomberos de Amsterdam en 1673. Las de goma no aparecieron hasta 1835, aunque este material ya había llegado desde América en la época de los Reyes Católicos. Su capellán, Pedro Anglería,hablaba de un juego que practicaban los aztecas y que consistía en lanzar una pelota que rebotaba en el suelo por estar hecha de goma.
La manguera de este material proporcionaba mayor flexibilidad que la de cuero y la posibilidad de enrollarla, lo que causó tal sensación que un anuncio de la época hablaba de ella como “la cosa más extraordinaria que se ha visto”. En 1914 se dio un paso más con el nacimiento de la primera manguera de goma sintética. Este material era tan flexible que permitía fabricar desde sostenes hasta calzado, pasando por aislantes eléctricos o preservativos.
Redacción QUO