Rudolf Hess fue uno de los rostros más emblemáticos del nazismo, y uno de los más estrechos colaboradores de Adolf Hitler. Pero, también el protagonista de uno de los episodios más enigmáticos de la II Guerra mundial.
En el año 1941, en plena contienda, se lanzó en paracaídas sobre Escocia. Los motivos por los que lo hizo, siguen siendo una incógnita, aunque se ha especulado que tal vez trataba de lograr un acuerdo de paz con el Reino Unido, a espaldas de Hitler.
Terminada la guerra, fue sentenciado a cadena perpetua. Pena que cumplió en la prisión de Spandau, en el Berlín occidental. Y en la que falleció en 1987.
Pero, durante décadas, circuló una leyenda urbana, según la cual el preso de Spandau no habría sido el auténtico Hess, sino un doble suyo.
Pues, bien, ahora, un equipo de la Universidad de Salzburgo, ha puesto fin a dichas especulaciones. Los investigadores han tomado muestras genéticas de un pariente lejano de Hess, y las han comparado con otras obtenidas de unas muestras de sangre que le extrajeron al jerarca nazi en 1982.
Y los resultados confirman casi al 100%, que el preso de Spandau era el auténtico Rudolf Hess.
Fuente: BBC.