Su nombre es Lol y acaba de estrenarse como asistente jurídico en la localidad francesa de Cahors, lo que le convierte en el primer perro en Francia que ayuda en la difícil tarea de ayudar a los niños a testificar en los juicios. El entrenamiento de este labrador ha durado dos años y se ha llevado a cabo en Handi’chiens, una asociación de educación animal para asistir a personas.
«La integración de un perro entrenado específicamente para ello en el proceso judicial permitirá a los beneficiarios declarar con el menor estrés posible», ha explicado a los medios de comunicación Frédéric Almendros, uno de los fiscales de Cahors y responsable del entrenamiento de Lol. Según indica, la compañía del perro disminuye la presión arterial del menor y también su frecuencia cardíaca y aumenta los niveles de oxitocina, también conocida como la hormona del apego.
El uso de este tipo de animales con este fin está muy extendido en EEUU y Canadá. Su presencia ha servido para aliviar el estrés de las víctimas y tranquilizarlas en el momento de testificar ante los investigadores o ante la Corte, sobre todo en niños que han sufrido agresión sexual. Sin embargo, en Europa la asistencia de un perro en un proceso judicial no deja de resultar aún insólita. De momento, se trata de una experiencia piloto que durará seis meses y, dependiendo del resultado, se decidirá su continuidad.
Experiencia piloto
Uno de cada cinco menores europeos sufre algún tipo de violencia sexual, según el Consejo de Europa. En el 80% de los casos son abusos cometidos en su entorno cercano y familiar por parte de personas integradas en su vida y en las que confían, lo que dificulta la denuncia y, más aún, que los niños declaren contra sus agresores.
Lol está ya en el Centro de Bomberos y Rescate de la localidad. Marie-Claude Lebret, fundadora de la asociación Handi’chiens, asegura que es un animal capaz de calmar solo con la mirada. “No le teme al ruido, llora y permanece sereno, lo que permite, por ejemplo, que los niños que han sufrido violencia ganen confianza. El perro ha sido educado también para que acurrucarse al niño en momentos de tensión”.
Marian Benito