Su origen está en el diseño de Benjamin Henry, creador en 1860 del primer fusil de repetición que los soldados federales usaron durante la Guerra de Secesión. Su efecto fue tan devastador que los confederados se referían a esta arma como: “Ese maldito fusil que los yanquis cargan el domingo y que dispara toda la semana”. En 1866, el empresario Oliver Winchester y el diseñador John Moses Browning se dedicaron a mejorar el modelo de Henry hasta conseguir en 1873 el rifle definitivo que permitía utilizar todo tipo de cartuchos, incluidos los de revólver.
Redacción QUO