Los llamados coordinadores de la intimidad son un paso más en la era #MeToo, que ha obligado a su presencia después de programas como ‘The Deuce’, basado en la industria del porno en la década de los setenta, y ‘Euphoria’, que muestra a jóvenes desinhibidos consumiendo todo tipo de drogas y manteniendo relaciones sexuales. El auge de las plataformas televisivas son una razón más para que este tipo de profesionales garanticen la seguridad y el bienestar de los actores evitando la falta de comunicación o cualquier daño.
Entre los coordinadores de la intimidad destaca Alicia Rodis, ex actriz y directora de Intimacy Directors International. Así defiende esta nueva profesión: “Estamos en un gran cambio cultural y todos intentan ponerse al día desesperadamente. Se necesitan muchas agallas, coraje y humildad para ver algo que se ha hecho de cierta manera durante años y decir: Podemos hacerlo mejor”. Entrenan cada movimiento de los personajes, siguen de cerca el vínculo entre actores y producción y cuidan al actor de manera especial en escenas que exigen desnudos y simulaciones de sexo.
Rodis ha tomado nota durante su trabajo en la tercera temporada de ‘The Deuce’, protagonizada por Maggie Gyllenhaal y James Franco, para desarrollar un protocolo de intimidad en el escenario y la televisión que podría servir de modelo a partir de ahora para la industria del cine.
El sindicato de actores SAG-AFTRA acaba de anunciar que trabajará con los coordinadores para elaborar un conjunto de pautas con políticas nuevas para la desnudez, el sexo simulado y la salud emocional de los actores. La ola de defensa se extiende más allá de Hollywood y Broadway y está llegando a los cines universitarios y talleres para estudiantes y profesores.
Marian Benito