¿Te pones colorado de pronto sin saber por qué? Ya no es problema, el bisturí puede borrar para siempre el molesto color de tu cara. El rubor facial incontrolable se puede corregir en más del 80% de los casos mediante una técnica quirúrgica que se aplica con anestesia general. “Se hacen dos incisiones a cada lado del tórax, de 1,5 o 2 centrímetros, por donde se introduce una óptica para localizar la cadena simpática que es la que controla la sudoración y el rubor facial, y una vez localizada, se secciona a la altura del segundo ganglio simpático”, explica Carlos García Franco, el cirujano que la aplica en la Clínica Universitaria de Navarra.
Si un paciente con unos coloretes como los de Heidi se decide a pasar por el quirófano debe saber que en 24 horas estará de vuelta en casa. ¿Te imaginas a la protagonista de los dibujos animados que marcaron la infancia de los cuarentañeros/as sin esos ronchos en la cara? A primera vista, no le generaban ningún problema, porque a espontánea y desinhibida no le ganaba nadie, pero quién sabe… Lo cierto, es que si Heidi quisiera podría olvidarse para siempre de sus coloretes. Tampoco es lo primero que pierde, porque en Turquía le han dejado sin un elemento casi tan característico como sus ronchones en la cara.
Redacción QUO