Es uno de los resultados de un reto que los profesores de la escuela de diseño Eina de Barcelona pusieron a sus alumnos. El objetivo: grupos formados por estudiantes de las diferentes disciplinas del diseño (industrial, gráfico, de interiores…), tenían que construir un vehículo para hacer una carrera. Debía cumplir distintas premisas: que no estuviese motorizado, que no tuviese más de tres ruedas… Lo que Bo tiene de especial es que su diseño no está basado en nada existente, sino que las diseñadoras partieron de un concepto nuevo. Las grandes ruedas de Bo garantizan la seguridad del piloto, ya que le protegen de cualquier objeto que pueda saltar y de golpearse.
Redacción QUO