En el Instituto Karolinska de Estocolmo analizaron el estado mental de 2.000 personas al cumplir los 50 años y 21 años después, y comprobaron que las que vivían en pareja tenían un 50% menos de probabilidades de desarrollar demencia que las que lo hacían solas. La razón es que vivir acompañado, por lo general, implica una estimulación intelectual y social mayor, lo que mantiene activas las neuronas.
Redacción QUO