Alrededor del 80% de los pacientes con cáncer ginecológico o genitourinario podrían ver perjudicadas sus funciones sexuales y convertirse en una fuente de sufrimiento para la pareja si no se trata del modo adecuado, según el National Cancer Institute.“Si la sexualidad es la manera en que cada persona se siente hombre o mujer y se relaciona con la necesidad de cariño, intimidad y contacto físico, el momento de la enfermedad requiere la capacidad de aceptar y aprender, de mimarnos, desearnos y en definitiva de desarrollar algo natural como nuestra sexualidad por el bien de nuestro bienestar y la relación de pareja”, señala Mariola Bonillo, psicóloga del Centro de Psicología Área Humana.
Este Centro propone un taller de educación sexual, organizado también por el hospital MD Anderson Cancer Center Madrid para parejas que están sufriendo este tipo de cáncer. Algunas de las claves que en él se dan es una buena comunicación con la pareja, interesándose por cómo se siente, qué desea o qué necesita, además de analizar de qué modo el proceso oncológico puede condicionar el deseo o la excitación sexual de los pacientes y, sobre todo, confianza para que nada les impida alcanzar una vida sexual plena.
Redacción QUO