Claro, que los marroquíes tampoco se han alegrado de ver a los reyes de España paseando por Ceuta y Melilla en octubre de 2007, porque creen que es territorio conquistado. El rey Mohamed llamó a consultas a su embajador, y el cuerpo diplomático español tuvo que emplearse a fondo en eso que llaman “rebajar la tensión”; pero dejando muy claro siempre que la visita era más que legítima, porque las ciudades son españolas desde el siglo XVII. Y cuando ya estaba todo claro, nuestro ministro Moratinos tiene un lapsus y se refiere al viaje como la “visita a Marruecos”. Eso sí, España se incomodó porque el príncipe Carlos de Inglaterra y Lady Di vinieron a Gibraltar de viaje de novios en 1981. Ya lo decía el embajador inglés del siglo XVII Henry Wotton: “Un diplomático es un hombre muy honrado, al cual se le manda muy lejos a mentir en bien de su país.”
Redacción QUO