Aparte de que no salía a la calle sin un bastón que él mismo llamaba “de la buena suerte”, parece ser que sir Winston Chuchill tenía aversión al número 13. En Hong Kong es muy popular una anécdota sucedida durante una de sus visitas a la ex colonia británica. Se dice que abandonó un almuerzo exclusivo al que había sido invitado en el club Victoria’s Peak al ver que solo eran doce comensales más uno.
Redacción QUO