Con su pene soberbio y permanetemente erecto, Príapo ha sido siempre el símbolo de la virilidad desmedida y superlativa. Pero, ahora, un reciente estudio realizado por el médico Francesco Maria Galassi, y cuyos resultados se han publicado en la revista Urology Journal, puede poner en peligro la reputación de este dios de la fertilidad.
Examinando un célebre fresco de Príapo existente en las ruinas de Pompeya, Galassi ha descubierto evidencias de que el pene de la divinidad padecía fimosis. Pero, ¿por qué iban los pompeyanos a representar a dicho dios padeciendo semejante disfunción eréctil? «Quizás el artista quiso dejar constancia de que la fimosis era un problema bastante habitual entre la población de Pompeya», aventura el especialista. «Esa podría ser una de las razones de la existencia de tantas ofrendas sagradas con forma de pene que se han encontrado allí».
Redacción QUO