Podría considerarse la réplica 2.0 de la vieja cuestión bizantina acerca del sexo de los ángeles que mantuvo ocupados a filósofos, políticos y teólogos del siglo XV.
En el asunto de los Minions no se han visto aún rostros ilustres, pero en las redes se han enfrascado miles de seguidores de las redes. Y como ocurrió con los ángeles, todos quieren saber de dónde salieron, dónde los podemos volver a encontrar o cuál es su identidad sexual. En un perfil de Facebook podemos leer “Sí, los minions también tienen sexo. Esas adorables criaturas amarillas que han invadido todo el mundo también tienen sus necesidades”.
En otra red comentan que las autoridades chinas tienen vetados a los Minions. Aunque no aportan demasiada explicación, los internautas especulan con la posibilidad de que se hayan colado en sus imágenes demasiados símbolos fálicos. La razón final puede que sea la censura china de doble moral que da por buena una pelea en televisión pero vive anclada en la época de los dos rombos.
Redacción QUO