El bonito edificio que veis en la imagen parece un castillo de Disney ¿verdad? pues en realidad es el santuario Las Lajas y está ubicado en la frontera entre Ecuador y Colombia. Concretamente, está situado en Ipiales (al sur de Colombia) y es un referente para peregrinos y turistas desde el siglo XVIII.

Considerado el santuario más bello de América, según cuenta la leyenda local su origen fue a causa de una aparición de la Virgen ante una niña indígena sordomuda hace 261 años. Mitos aparte, es una auténtica maravilla por su arquitectura medieval que no deja a nadie indiferente por dónde está construido. Su ubicación topográfica se encuentra entre los riscos de de la cordillera de los Andes y al borde del cañón del río Guáitara, razón que le ha valido el sobrenombre de ‘un milagro de Dios sobre el abismo’.

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Como podéis observar, en la escena domina la profundidad de un estrecho desfiladero donde destaca la capilla principal. La edificación actual se construyó a comienzos del siglo XX y sustituyó a una capilla del siglo XVIII. Con estilo Neogótico (imitando el Gótico del siglo XIV), está compuesta de tres naves que están construidas sobre un puente de dos arcos que cruza sobre el río y que la unen al otro lado de cañón formando la plaza de la basílica.

La altura del santuario, desde su base hasta la torre es de 100 metros. El puente que ve cruzar a miles de peregrinos y turistas cada año tiene 50 metros de alto, 17 de ancho y 20 de largo. Pero sus dimensiones no son lo único que llaman la atención de esta impresionante edificación. En su interior pueden encontrarse tres naves cubiertas con bóvedas de crucería. Sus mosaicos están realizados en fibra de vidrio que, durante el día, permiten una magnífica iluminación cuando el Sol se filtra por los vitrales. Además, al fondo de las tres naves podemos ver el muro de piedra natural del propio cañón.

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Como podemos ver en la fotografía, en la nave central destaca una imagen de la Virgen del Rosario pintada por un autor desconocido en una piedra laja. Según explica la versión hasta hoy oficial, narrada por el historiador Justino Mejía y Mejía, capellán del santuario entre 1944 y 1977, esta imagen fue hallada por la indígena María Mueses cuando caminaba con su hija sordomuda camino de Potosí. La historia dice que madre e hija fueron sorprendidas por una tormenta y que buscaron refugio entre las inmensas lajas (losas naturales) que se encuentran en esta zona del cañón. Una vez cobijadas, la niña, supuestamente sordomuda le dijo a su madre: «mamita, la mestiza me llama…» y señaló la pintura que vemos en la fotografía. Posiblemente tuvo mucho que ver la sugestión que los truenos y relámpagos ejercían sobre la imagen.

Estos hechos fueron calificados de prodigio por las autoridades eclesiásticas el 15 de septiembre de 1754. Por ello, el lugar fue convertido en una referencia y se construyó el santuario, donde cada 16 de septiembre acuden los peregrinos para rendirle honores a la Señora del Rosario.

El edificio de Londres que ataca a los viandantes

Este edificio, llamado Walkie Talkie por su peculiar forma, es objeto de ironías y sarcasmos por parte de los ciudadanos. Hace un par de años fue apodado irónicamente como «rayo de la muerte» porque gracias a su estructura acristalada y a los reflejos que emite, había conseguido derretir un Jaguar ante la atónita mirada de su conductor. Una peluquería ubicada frente al edificio aseguraba que ‘echa fuego por las ventanas’ y su negocio se ha visto afectado. Según aseguran los trabajadores un día olieron a quemado. Fueron a la entrada del negocio y vieron que salía humo de la parte superior de la puerta. Los diseñadores de esta fatídica creación aseguraron entonces que el fenómeno se daba durante aproximadamente dos horas al día «a consecuencia de la elevación del Sol en el cielo». Por esta razón, cerraron al público varias plazas de aparcamiento.

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Los ciudadanos, que ya no le llaman Walkie Talkie, sino Walkie Scorchie (el quemador Walkie), han denunciado un nuevo hecho. Según narran, desde que se finalizó el edificio la mole de 36 pisos ataca de una nueva forma que ha provocado el enfado de los transeúntes: ahora lo acusan de crear golpes de viento que tiran a los viandantes.

Hasta que los arquitectos decidan qué hacer con este nuevo problema, los carritos de comida locales han recibido instrucciones para evitar la zona, ya que, a consecuencia del efecto del viento éstos podrían caer sobre los clientes y aplastar a los peatones. Una solución bastante insatisfactoria para todas las partes afectadas.

Una torre construida para probar ascensores

¿Cómo diseñar e innovar con nuevos tipos de ascensor sin llegar a instalarlo en un edificio? Está claro, construyendo uno para realizar la pruebas. La empresa de ascensores alemanas ThyssenKrupp ha construido una torre de 244 metros de altura en Rottweil con el fin de probar ascensores y reducir con ello los tiempos de instalación.

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Diseñado por el reconocido arquitecto Helmut Jahn, el edificio se ha convertido en una de las estructuras más altas de Alemania, razón por la que también han decidido explotarlo como atracción turística donde los visitantes pueden disfrutar del paisaje desde la plataforma superior de la torre.

El interior, como podéis imaginar, es completamente hueco para poder probar los doce ascensores que actualmente está desarrollando la compañía.

Fuentes:

atlasobscura.com | gizmodo.com | weburbanist.com |

Redacción QUO