El 14 de agosto de 1945, tras haber sufrido dos devastadores ataques atómicos, Japón anuncia su rendición. La guerra había terminado. Al poco tiempo las calles de Nueva York comenzaron a llenarse de gente celebrando la noticia.
Entre esas personas se encontraba un marinero que, preso del júbilo, agarró a una joven enfermera y le plantó un besó en pleno Times Square. No se imaginaban que ese espontáneo acto se iba a convertir en el beso más famoso de la historia.
Hoy, 70 años después, todavía se desconoce la verdadera identidad de los protagonistas. Candidatos no faltan: Edith Shain, Greta Friedman y Barbara Sokol se identificaron como la chica. Por su parte, George Mendonça, Carl Muscarello y Glenn McDuffie afirmaban ser el marinero. Al final, Mendonça y Friedman son considerados los más posibles protagonistas de la fotografía.
Ese día Mendonça se encontraba en el Radio City Music Hall con su novia Rita viendo una película. Al enterarse de la victoria de EE.UU sobre Japón decidieron ir a Times Square a celebrarlo. Cuando Mendonça vio a una mujer con un vestido blanco, creyendo que era una enfermera, la tomó entre su brazos y le dio un beso en agradecimiento por sus servicios prestados en la guerra. Greta Friedman en realidad trabajaba en la oficina de un dentista y se encontraba allí por el mismo motivo que el joven.
Aunque el nombre de los misteriosos peronajes no es seguro, sí que lo es la hora a la que fue tomada la fotografía. Científicos de la Universidad de Texas y la Universidad Estatas de Iowa se han basado en la posición del sol para determinar el histórico momento.
Cada edificio de Manhattan actúa como un reloj de sol y esto ha servido para que los astrónomos concluyeran que exactamente a las 5.51 p.m Alfred Eisenstaedt fotografío el instante en el que dos desconocidos se daban su primer y último beso.
Tomando esto como referencia, la historia de cómo Mendonça y Friedman se encontraron en Times Square pierde credibilidad, ya que ambos sitúan los acontecimientos tres horas antes del momento real calculado por los científicos.
¿Quiénes son realmente lo protagonistas de la foto? Nunca lo sabremos. Por mucho que la ciencia avance hay misterios que siempre permanecerán.
Redacción QUO