Las mujeres
La mujer fatal no es más que un producto creado por la mente masculina y sus temores.
No necesita una belleza perfecta para seducir, pero sí crea en torno a ella un halo intrigante que la hace parecer infranqueable.
Su conducta se explica más en sociedades machistas, donde el talento no les permite prosperar del mismo modo que a los hombres.
Aunque es un símbolo muy sugerente en el imaginario colectivo, siempre aparece con una carga de culpa que paga muy cara.
Los hombres
Necesitan ese pico de adrenalina que les provoca la incertidumbre de la relación con una mujer fatal.
El blanco predilecto es un hombre poderoso, un profesional de prestigio o con una belleza extrema que pueda exhibir en su entorno.
El daño que sufre es mayor, y casi siempre irreparable, porque no se lo espera, ya que no tiene el hábito de lidiar con mujeres tan arpías.
El hombre atrapado por una mujer fatal tiene un coeficiente intelectual elevado, pero escasos recursos emocionales.
Redacción QUO