Durante la II Guerra Mundial fueron habituales las imágenes de dirigibles atados con cables, y suspendidos sobre el cielo de Londres. Se trataba de una medida de defensa antiaérea que buscaba impedir que los aviones alemanes se acercaran o que, incluso, explotaran al chocar contra ellos.
Ahora, el Estado Islámico está realizando una estrategia similar en la guerra de Siria. Pero, al no disponer de dirigibles, emplean preservativos en su lugar. Los rellenan de explosivos y los elevan con helio hasta las alturas, con la esperanza de lograr derribar los aviones rusos que que bombardean sus posiciones.
Redacción QUO
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