La comunicación entre coches permitirá a los vehículos dotarse de una serie de sensores capaces de recabar información sobre la situación del tráfico en su entorno. Los datos obtenidos se mandan vía satélite a un servidor central, para que pueda distribuirlos a todos los coches junto con otras variables, como condiciones climáticas y posibles imprevistos. Algunos sistemas, como el Come2react, impulsado por la UE, están ya listos y solo falta que los fabricantes los adopten.
Redacción QUO