Cuando su inventor, el inglés Goldfried Hounsfield, recibió en 1979 el Premio Nobel, el profesor que glosaba su figura dijo que pocos laureados expresaban tan bien la idea de Alfred Nobel al instituir el premio: “Haber conferido el mayor beneficio a la Humanidad”. Hounsfield no era médico, pero su invento tuvo un tremendo impacto. Gracias al aparato que ideó en 1972 se han detectado, entre otras cosas, millones de tumores.
Redacción QUO