Bastaron apenas tres años. Ese fue el lapso en el que un ecosistema de un lago de la Columbia Británica, Canadá, cambió. Todo comenzó cuando en el lagos Enos, en la isla de Vancouver, se introdujeron unos cangrejos de río y en poco más de mil días, dos especies de peces que habían existido en el lago durante miles de años se extinguieron repentinamente. Pero es lo que las reemplazado lo que ha fascinado a los científicos.
Una nueva investigación de la Universidad de la Columbia Británica (UBC) muestra que cuando los seres humanos aceleran el habitualmente lento proceso de la evolución mediante la introducción de nuevas especies, puede resultar en un impacto duradero en el ecosistema. El fenómeno se conoce como especiación inversa.
“Cuando dos especies similares se encuentran en un mismo entorno, a menudo desempeñan diferentes funciones ecológicas – explica Seth Rudman, de la UBC –. Cuando se extinguen se generan importantes consecuencias para el ecosistema”.
El lago Enos estaba habitado por dos especies de peces espinosos (Gasterosteus aculeatus) en peligro de extinción. Una de ellas vivía en el medio del lago y se alimentaba de zooplancton, la otra habitaba las costas y su dieta eran los insectos que pasaban su etapa larval en el agua. A mediados de la década de 1990, los cangrejos se introdujo en el lago. Entre 1994 y 1997, los investigadores documentaron cómo ambas especies de espinosos desaparecieron como consecuencia del entrecruzamiento, dejando sólo una especie híbrida.
En este estudio, publicado en la revista Current Biology, los investigadores documentan de qué modo el cambio de dos especies distintas a una especie híbrida ha impactado en el ecosistema. El nuevo pez espinoso no realiza todas las funciones de sus predecesores. El híbrido pasa más tiempo cerca de la orilla del lago y come insectos adultos. Como consecuencia, el número de insectos pequeños que salen de la lago ha aumentado, lo que exhibe que los cambios en el lago también pueden provocar modificaciones en el ecosistema terrestre. Con el nuevo híbrido, los investigadores también han encontrado que las hojas que caen en el lago no se descomponen tan rápidamente.
«Gran parte de la biodiversidad de Canadá, sobre todo peces en lagos y ríos, son considerados como especies» jóvenes «que se formaron en los últimos 12.000 años más o menos – concluye Rudman –. Este tipo de evolución, conocida como la especiación inversa, ocurre muy rápidamente y puede producir alteraciones en la ecología del ecosistema. Esto significa que tenemos que tener en cuenta la evolución en nuestros esfuerzos de conservación.»
Juan Scaliter