En el bar o en el estadio, todos somos directores técnicos. Un míster en potencia que todo lo sabe y tiene la solución para que tal o cual equipo resulte el vencedor realizando mayor presión en defensa o aumentando la posesión de balón.
Ahora, un equipo de expertos de la Universidad de Granada, con la colaboración de investigadores de la Universidad John Moores de Liverpool y la Universidad del País Vasco, han aplicado por primera vez en el mundo métodos científicos para estudiar los estilos de juego de equipos de fútbol, en este caso, de la Primera División española y la Premier League inglesa. En total se analizaron mediante un software informático 97 partidos de las temporadas 2006-2007 y 2010-2011, entre los que se encontraban, equipos como el Real Madrid de Jose Mourinho y el FC Barcelona de Josep Guardiola.
El artículo, publicado en Journal of Sports Science, ha identificado un total de 12 estilos de juego diferentes (8 en ataque y 4 en defensa) en las ligas españolas e inglesas, siendo los estilos de juego directo y elaborado (o de posesión) los más evidentes.
Entre las conclusiones más interesantes destacan que, en las temporadas analizadas, el estilo predominante de ataque del Real Madrid fue el de progresión rápida a portería contraria, una cualidad que se habría acentuado con la llegada de Mourinho, mientras que el Barcelona tuvo una alta puntuación en el juego de posesión y de presión alta.
Para Javier Fernández Navarro y Luis Fradua Uriondo, autores de este trabajo, “nuestro modelo permite a los equipos utilizar tareas de entrenamiento específicas para mejorar los estilos de juego que utilizan en la competición y, además, para identificar los que utilizan los otros equipos, una información de enorme utilidad para preparar tácticas que podrían contrarrestar los estilos de juego usados por los rivales e identificar sus fortalezas y debilidades. También es de gran utilidad para identificar potenciales jugadores para sus equipos”.
En el actual contexto de maletines y primas para que determinados equipos pongan más o menos ímpetu en su juego, ¿podría constituir esta herramienta un método para demostrar quienes cambiaron su juego?
Juan Scaliter