Una nueva investigación realizada por un equipo de arqueólogos egipcios confirma lo que ya se sospechaba: que las pirámides de Egipto no fueron construidas por esclavos, sino por trabajadores autónomos. Aunque hoy en día pueda parecer lo mismo, lo cierto es que hay diferencias importantes. En primer lugar, todas las películas históricas que recrean este hecho deberían eliminar los latigazos, ya que los trabajadores cobraban por estos trabajos.
Los arqueólogos llegaron a estas conclusiones tras descubrir varias tumbas de empleados que supuestamente trabajaron en la construcción de la gran pirámide de Keops. Según explicó Faruk Hosni, ministro de cultura egipcio, el origen de algunas de las tumbas se remonta al gobierno del faraón Keops (2609 – 2584 a.C.). Otras pertenecen a trabajadores que ayudaron a construir la pirámide de Nefrén (2576 – 2551 a.C.).
Zahi Hawas, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades Egipcio, asegura que «es la primera vez que se encuentran tumbas como las que se desenterraron en los años 90, que pertenecían al último período de la IV dinastía y principios de la V». Para el experto, este descubrimiento es uno de los más importantes de los dos últimos siglos ya que aporta información importante sobre el primer periodo de la IV dinastía como, por ejemplo, que los trabajadores no eran esclavos. Según argumenta Hawas, «las tumbas fueron construidas junto a la pirámide del rey, por lo que de ninguna manera esta gente podrían ser esclavos».
Fuente: seeker.com
Redacción QUO