Tres décadas atrás una región equivalente al tamaño de Luxemburgo fue evacuada tras la ruptura del reactor de Chernobyl, en Ucrania. En total unas 350.000 personas debieron ser desalojadas de la zona de catástrofe. Pero desde hace poco tiempo, la naturaleza comenzó a reclamar el área, estimulada sin duda por la ausencia de seres humanos, permitiendo que la vida salvaje (caballos, jabalíes y hasta lobos) retornara, como señala un reciente estudio publicado en Journal of Ecology.
Ahora, el gobierno ucraniano ha lanzado una propuesta para convertir la zona en una granja de energía solar, una de las pocas industrias viables que podríanconstruirse en la zona de exclusión, teniendo en cuenta que los niveles de radiación impiden la agricultura o la silvicultura. Por ello las autoridades están buscando inversores para transformar unas 6.000 hectáreas para la generación de energía renovable, principalmente energía solar y biogás. «El sitio de Chernobyl tiene muy buen potencial de la energía renovable – aseguró Ostap Semerak, ministro de Medio Ambiente de Ucrania, en una entrevista a Bloomberg – . Ya tenemos las líneas de transmisión de alta tensión que se utilizaron anteriormente para las centrales nucleares, el precio de la tierra es muy económico y contamos con muchas personas capacitadas para trabajar en plantas de energía”. El proyecto, que comenzaría en 2017, sin duda está también impulsado por el objetivo de reducir la dependencia de Rusia en términos energéticos.
Juan Scaliter