La escena parece sacada de una película de Dan Brown: ocho figuras encapuchadas se acercan a uno de los edificios del CERN, cerca de una estatua de la diosa hindú Shiva. Tras ubicarse frente a la estatua, formando una figura que podría ser un cuadrado, uno de los participantes del supuesto ritual, le quita la capucha a otro, descubriendo una mujer con un vestido blanco. esta se tiende en el suelo y el personaje, después de unos momentos, parece llevar algo a su pecho, lo que muchos han interpretado como un apuñalamiento. El vídeo no dura más de 100 segundos y termina con una exclamación de estupor del responsable de filmarlo.
Hasta ahí los hechos. Obviamente el CERN niega que se trate de un hecho verídico. Al comunicarnos con Sophie Tesauri, responsable de prensa del centro, asegura, por correo electrónico que “el vídeo es una obra de ficción que muestra una escena falsa. El CERN y sus alojamientos se llenan de científicos de todo el mundo que viene como parte de su trabajo, que puede tener lugar las 24 horas del día, 365 días al año. A veces, quienes trabajan aquí dejan que su sentido del humor vaya demasiado lejos y eso es lo que ha sucedido en esta ocasión. El video fue filmado desde un edificio de oficinas. Existen estrictos sistemas de seguridad para evitar cualquier acceso no autorizado a las instalaciones técnicas y experimentales del centro, que no aprueba este tipo de humor por incumplir las directrices profesionales del mismo. De hecho se está llevando a cabo una investigación interna para encontrar a los responsables”.
Poco más que esto está autorizada Tesauri a responder. Todavía no saben, o no quieren decir, cuándo se filmó el vídeo que se habría filtrado desde una página privada de Facebook. Pero las preguntas son muchas.
Fue parte de un regalo de la India para celebrar su asociación con el centro de investigación. Se trata, según la página del CERN, de una metáfora entre la danza Nataraj (la fuerza vital) que realiza Shiva y el estudio de la “danza cósmica” de las partículas que se realiza allí.
Los expertos de seguridad del CERN, nos cuenta Tesauri, están a cargo de la investigación. Entre las cosas que pueden deducirse es la ubicación del responsable de filmarlo, lo que podría aportar pruebas de su nombre, teniendo en cuenta las tarjetas que el personal del centro usa para acceder a ciertas zonas. También pueden saberse datos más precisos gracias al reflejo que se ve en el cristal en los primeros segundos de filmación (como la ventana desde la cual se filmó y hasta obtener un reflejo del rostro), los expertos pueden señalar una fecha aproximada: no hay nieve en la zona ni los cuerpos despiden vapor, factores que indicarían temperaturas muy bajas. Y hasta trabajar con la voz de quien graba la escena. “No sé si será expulsado – concluye Tesauri – supongo que depende de quién sea. Tampoco puedo hablar sobre el castigo que tendrá. Ciertamente es una broma, pero se les fue de las manos y ahora está en las de los responsables de seguridad”.
Redacción QUO
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