Ya sabemos que el verano la sangre altera y las tasas de divorcio aumentan en la temporada estival. Pero hay también otro indicador, según afirma un nuevo estudio que se presentará en la Reunión Anual de la American Sociological Association (ASA) en el que se destaca que comenzar a ver pornografía aumenta notablemente las posibilidades de divorcio.
El trabajo, titulado ¿Hasta que el porno nos separe? Estudio longitudinal del uso de pornografía en el divorcio («Till Porn Do Us Part? Longitudinal Effects of Pornography Use on Divorce), se basa en los datos de encuestas realizadas sucesivamente entre 2006-2008, 1008-2010, 2010-2012 y 2012-2014. Los investigadores, liderados por Samuel Perry, compararon las respuestas de los que afirmaban ver pornografía y los que decían que no la veían y las posibilidades de divorcio.
En base a los resultados, descubrieron que, los hombres que comenzaban a porno, aumentaban su posibilidad de separación de un 6 a un 11%, pero en las mujeres la cifra se incrementaba hasta el 16%.
El índice de felicidad que los encuestados señalaban, también parecía tener un impacto en esta ecuación. Quienes en las primeras encuestas marcaban un alto índice de satisfacción, afirmando que eran muy felices y luego comenzaban a ver pornografía, cuadruplicaban la posibilidad de divorcio para lala próxima encuesta, subiendo del 3 al 12%. Algo que no sucedía con aquellos que aseguraban no ser tan felices en la relación de pareja.
Los expertos también descubrieron que, en las mujeres, dejar de ver porno, coincidía con un descenso, del 18 al 6%, en las tasas de ruptura.
“Nuestros resultados – concluye Perry – muestran que ver pornografía en ciertas circunstancias de la pareja, podría tener un impacto negativo en la estabilidad de la misma”.
Juan Scaliter